Utopía del paraíso

Flor Costello 9 de agosto al 24 de octubre 2025 En esta exposición, Flor Costello despliega un universo donde lo vegetal, lo animal y lo humano se entrelazan, configurando una nueva iconografía del territorio. Sus dibujos y pinturas presentan figuras híbridas: cuerpos humanos con cabezas de animales originarios del noroeste argentino, como la llama o el quetupí, convivientes de un paisaje donde también brotan árboles emblemáticos —el jacarandá, el tarco, el nogal criollo, entre otros— y se elevan las montañas húmedas y verdes de Tucumán. En estas criaturas y escenarios no hay disfraz, hay síntesis. Una especie de mito contemporáneo que emerge de la necesidad urgente de mirar nuestro entorno con otros ojos. Las escenas, por momentos cotidianas, por momentos oníricas, sitúan a estos seres en paisajes reconocibles de San Miguel de Tucumán: el centro, un parque, una calle. La presencia de estos animales-humanos en espacios urbanos tensiona lo real y lo fantástico, pero sobre todo enuncia una pregunta latente: ¿a dónde fueron esos otros cuerpos que antes habitaban estos territorios? Las piezas de Costello denuncian con ternura. En su gesto de dibujar animales en lo urbano hay una señal de alerta: la pérdida de biodiversidad, el desplazamiento silencioso de la fauna local, la desconexión con lo natural. Pero también hay un intento amoroso de reparación, de reunión: volver a traer al centro de la imagen aquello que fue desplazado. La práctica artística de Flor Costello está atravesada por una ética de cuidado. Su infancia en el campo, rodeada de verde, animales y árboles nativos, le dio una sensibilidad particular que se traduce en cada trazo. Su compromiso y respeto por la naturaleza, el rechazo del extractivismo y la defensa de los derechos animales no es un discurso, sino una forma de estar en el mundo —y también de hacer arte. En su trabajo nos encontramos con materiales recuperados, la incorporación del plástico y el reciclaje como parte de su lenguaje artístico, expandiendo el dibujo más allá del papel. El plástico, presente en sus piezas como material reciclado, aparece como un elemento de tensión, un gesto irónico dentro de la escena natural, donde lo artificial convive —a la fuerza— con lo vivo. En esta exposición no sólo vemos dibujos y pinturas: vemos una manera de habitar el arte como territorio de resistencia. Una Tucumanidad dibujada con la memoria del monte, con la escucha atenta a lo que aún sobrevive. Un llamado visual a convivir, a mirar de nuevo, a no olvidar y por sobre todo a proteger. Texto curatorial: Sol Romero Ponce Montaje: Alejandro Alarcón Fotografía: Maximiliano Barrera

Utopía del paraíso
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